El futuro de la energía solar fotovoltaica en Argentina

Argentina se encuentra en un punto de inflexión para su industria de energía solar fotovoltaica. Los avances tecnológicos y el creciente interés en soluciones sostenibles han puesto al país en el radar de la transición energética mundial. Pero, ¿qué podemos esperar del desarrollo de la energía fotovoltaica en Argentina este año?

En este artículo, exploraremos los proyectos más recientes, como el Parque Solar El Quemado 1, y cómo el sector público y privado están trabajando juntos para convertir al país en un actor clave en la exportación de energía renovable.

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Avances tecnológicos en la energía fotovoltaica

La tecnología fotovoltaica en Argentina está evolucionando rápidamente y, hasta ahora, 2024 ha sido un año clave para su consolidación. Los avances en microinversores solares, como los que ofrece APsystems, están marcando una diferencia en la eficiencia y confiabilidad de los sistemas solares tanto residenciales como comerciales. Los microinversores permiten una mayor producción de energía al optimizar cada panel individualmente, mejorando la durabilidad y simplificando la instalación.

Además, la monitorización avanzada de estos sistemas brinda a los usuarios un control total sobre su consumo energético, lo que facilita la gestión de su energía y permite una transición más fluida hacia la generación distribuida. En este contexto, las soluciones de APsystems destacan al ofrecer una interfaz intuitiva y tecnología de vanguardia que maximiza el rendimiento y la eficiencia.

El Quemado 1, uno de los proyectos fotovoltaicos más destacados en 2024

Uno de los proyectos más esperados en Argentina es el Parque Solar El Quemado 1, liderado por YPF Luz. Con la construcción programada para comenzar este año en la provincia de Mendoza, El Quemado 1 será una de las mayores apuestas del país para aumentar su capacidad de energía solar.

En su primera fase, este parque contará con más de 330.000 paneles bifaciales de última generación con una potencia instalada de 200 MW, lo que permitirá abastecer de energía limpia a más de 180.000 hogares y evitará la emisión de más de 298.000 toneladas de dióxido de carbono al año, con proyecciones de expansión en los meses siguientes a su inauguración.

Este tipo de proyectos no solo refuerzan el compromiso de Argentina con las energías renovables, sino que también muestran cómo la tecnología fotovoltaica está posicionándose como una alternativa viable frente a las fuentes de energía tradicionales.

Colaboración público-privada y generación distribuida

El diálogo entre el sector público y privado ha sido crucial para fomentar políticas que impulsen el crecimiento sostenible del sector energético en Argentina. Estas iniciativas no solo apuntan a satisfacer la demanda interna, sino que también buscan posicionar al país como un exportador clave de energía limpia.

De hecho, Argentina ha comenzado a implementar la generación distribuida, que permite a los usuarios particulares y comerciales generar su propia energía y volcar el excedente a la red nacional, un paso más que importante hacia la independencia energética.

¿Qué es la generación distribuida?

La generación distribuida (GD) se refiere a la generación de electricidad cerca del punto de consumo, conectada a la red de distribución de media o baja tensión y vinculada a la red interna o directamente a la red pública.

La diferencia con el sistema tradicional, donde la energía fluye en una sola dirección desde grandes centrales hacia los consumidores, es que la energía distribuida permite un flujo bidireccional, inyectando sus excedentes de energía a la red y obteniendo una compensación, denominada balance neto.

Este tipo de energía fotovoltaica puede tener potencias dentro de un amplio rango que va entre 1 kW y varios MW. Entre sus principales beneficios se encuentran:

  • Mejora la eficiencia energética: se reducen las pérdidas de transporte y distribución.
  • Promueve la sostenibilidad: la GD facilita la integración y comercialización de energías renovables, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Democratiza el acceso a la energía: permite que los ciudadanos se conviertan en prosumidores, ya que generan y consumen su propia energía.
  • Genera empleo local: su instalación y mantenimiento crean nuevos empleos, favoreciendo la economía local.

De esta manera, la generación de energía solar fotovoltaica en las redes de distribución para autoconsumo ha revolucionado los hogares, edificios, industrias y pymes de Argentina.

El futuro de la energía solar fotovoltaica en Argentina

La energía fotovoltaica en Argentina tiene un futuro brillante, respaldada por innovaciones tecnológicas, proyectos ambiciosos y una creciente colaboración entre los sectores público y privado. La expansión de proyectos como El Quemado 1 y el aumento de la generación distribuida son señales claras de que el país está avanzando hacia un sistema energético más limpio y eficiente.

APsystems se posiciona como un actor clave en este panorama, ofreciendo soluciones tecnológicas que permiten a los usuarios maximizar el aprovechamiento de la energía solar. Sigue las páginas de Instagram y LinkedIn para estar al día con las últimas innovaciones en sistemas de energías renovables.